Ya se nota el cambio, ya

Algo ha cambiado: Rajoy se mueve.

Ya se nota el cambio, ya. Hoy a Fani, mi vecina la parada, casi le ofrecen un trabajo. «Sentí como un escalofrío, como que al dar el currículum me lo ofrecían. No lo hicieron, pero yo sentí un casi». Si eso no es el cambio, que baje Messi y lo vea. Los perroflautas de la indignación, los izquierdosos e incluso algún militante del Partido antes Socialista se empeñan en negar la evidencia, pero esto cambia tan rápido que hay quien no está seguro ni de dónde vivirá mañana. ¿Que no? Tengo ejemplos para descreídos y otros rojo-comunistas. Gracias al cambio, Ramón ‘el Gorras’, camarero antes profesional, ha encontrado un rumbo, como su primo Manolo ‘Chispas’, ingeniero electrónico a sueldo sin sueldo, que ya huelen el progreso económico de Rajoy. Y se van a Alemania.

«Es irse a Alemania o esperar a que venga ella», razona lúcido el Gorras, al que ahora llamamos así porque la prestación no le da para beber las muchas cañas que le pagamos. Pero él las trinca igual que antes nos las servía gratis y nosotros nos sentimos solidarios, como pide Rajoy, el presidente que promete cambios hasta en el bar: lo de fumar hasta que tosa el del taburete de al lado seduce tanto que, si no fuera por la economía, el Gorras y su primo se quedarían sin dudarlo a fumar todos los trujas que los demás compramos.

Yo solo fumo puros en día de investidura, pero el cambio es tan intenso en mí que estoy dispuesto a encenderme uno cuando Mariano enseñe su programa. Que hasta en eso hay cambios. ¡El presidente se ha leído su programa! Por lo visto, dice textualmente en una cláusula que yo no encontré el día que me lo devoré con fe rediviva que el PP no ofrece «un milagro«. Y a mi me parece bien, qué narices, que la gente está harta de santos, vírgenes y falsos profetas: Mariano, diga que sí, que a nosotros nos vale con que le dé trabajo rapidito al Gorras, a su primo y a otros cinco millones de primos y primas, antes de que una subida del IVA no nos dé ni para nuestras cañas.

¿Veis? Otro cambio: antes, con ZP el vil destructor de la bondad y el dinero, subir el IVA era un atentado perpetrado por el falso rojerío socialista contra el proletariado, pero hoy ya no. Eso es el cambio. ¿Lo vamos pillando? Os lo explica mi profesor de cabecera del ESADE, que sabe de su economía lo que no sé yo de la mía. «Es necesario bajar el impuesto de sociedades a las empresas para que sean más fuertes. Y para compensar esa bajada de ingresos públicos y frenar el déficit, no vale el impuesto de patrimonio, que recauda muy poco. Pero el IVA en cambio tiene un potencial recaudatorio enorme«. Pero Baudilio (no se llama así, pero el hombre tiene una reputación y a mi me enamora el nombre que le he inventado), ¿no es el IVA el impuesto que pagan ricos y pobres por igual y el de patrimonio el que pagarían solo los que tienen más de 700.000 euros? «Es que, con el cambio, el de patrimonio lo acabarían pagando también las clases medias y el IVA, bueno, el IVA date cuenta de que está más bajo que en Europa». ¿Pero si tú mismo me dijiste, Baudilio, que la subida del IVA de ZP nos iba a hundir más en la crisis? «Pero la situación ha cambiado, Berto (me llama así cuando le toco los huevos). Y si no bajamos impuestos a los empresarios no crearán empleo«. Ahí le has dado, maestro. Como cada día, mi profe Baudilio que no se llama Baudilio pero sí se educó como dios manda en una Universidad del Opus, me ha convencido con ese tono suyo que suena siempre a vaselina. Eso no cambia. Ni con ZP el malvado ni con Mariano el pausado, el presidente que nos sacará de la crisis que desde el lunes y solo desde el lunes es «mundial«. Otro cambio. Pronto alguien verá brotes verdes y los llamará luz al final del túnel. Ya casi me siento mejor. Casi.